GO UP

ALDEAS

SANTIAGO PONTONES

Aldeas Santiago Pontones

Miller

Miller, ubicada en la zona más al este del municipio, bajo el Calar de las Pilillas y frente a la Viñuela y el Collado de los Filontes.

Es tierra de frontera entre los términos municipales de Segura de la Sierra y el Yeste, por consiguiente entre las provincias de Jaén y Albacete, y en consecuencia demarcación de sus respectivas comunidades autónomas.

El origen y desarrollo de la aldea está inherentemente relacionado con los rebosantes recursos naturales presentes, actualmente y desde tiempos inmemoriales. Bosques y valles fértiles, ubicados en la cabecera de dos caudalosos ríos, Segura y Zumeta, son el hábitat de inconmensurable fauna, es por ello que aunque en la población no encontramos manifestaciones prehistóricas sí encontramos huellas en sus alrededores de la Edad del Bronce en la Cueva de la Diosa Madre, localizada en el Poyo de los Letreros, perteneciente al Parolis, Yeste, Albacete.

Además, cuenta con más de veinte manantiales en sus inmediaciones, los cuales originan terrenos sobresalientes para el desarrollo de cualquier tipo de agricultura; tanto así que encontramos, los primeros o los últimos, cultivos de olivar de alta montaña de la provincia. La abundancia de agua ligada a su abrupta orografía motivaron la creación de varios molinos harineros y su aprovechamiento para generar energía. Y los profusos bosques que la rodean han impulsado el aprovechamiento forestal desde siglo XVIII, y se mantiene, aunque en menor medida, hasta nuestros días.

Para adentrarnos en la búsqueda de esta recóndita aldea, en primer lugar nos encontraremos con Las Juntas de Miller, enclave donde se produce la unión de los ríos principales del municipio, Zumeta y Segura, para continuar su rumbo hacía el Mediterráneo.

En nuestra subida, observaremos la Central Hidroeléctrica de Miller, junto con sus enormes tuberías y chimenea; para llegar, al núcleo principal, conocido como Miller. Pues esta localidad está compuesta por núcleos dispersos, de abajo hacia arriba: las Casas de Abajo, las Casas de Arriba, Fuente del Obispo, el Molino de la Norberta, Los Atocheros, Miller y el Collado.

Una vez en la aldea principal, podremos disfrutar del rumor del agua a consecuencia de los múltiples manantiales que surgen en sus inmediaciones y del espectáculo visual a cargo de la naturaleza que la rodea.

Un bonito paseo por sus callejuelas y barrios te revelarán bonitas cascadas, acequias, abrevaderos, lavaderos, fuentes y un precioso templo, la Iglesia de Santa Isabel construida por su propios aldeanos en 1857. Posee coro y cubierta de madera en su interior y presenta una doble fuente en la misma plaza en la que se ubica, y muestra una fachada sencilla, en la que destaca el arco de medio punto del portón de entrada y la torre campanario cuadrada que remata con un cuerpo de tres campanas cada una en un arco distinto y el arco de medio punto del portón de entrada. Junto a una cascada, encontramos dos antiguas edificaciones símbolos de la prodigalidad de su entorno, el molino harinero y la almazara de Miller.

Tras atravesar las barriadas anexas y la población principal, nos topamos con El Castillo Casa Fuerte de Miller, el cual conserva su torre de tres plantas y parte de la muralla, cuatro hiladas fabricadas en sillares de piedra y parte de la estructura rectangular del interior, pues el conjunto se encuentra enmascarado por construcciones contemporáneas, tales como viviendas y corrales.

Está ubicado en la parte más alta de la población, adosado a una gran roca construida por los árabes para defenderse de los almogávares en el siglo XII. Aunque se trate de una fortaleza parca, es una muestra de gran relevancia de las edificaciones fortificadas más primitivas de la provincia de Jaén; pues su situación geográfica y altura la convierte en un enclave vital para la defensa, gracias al control total del valle y el acceso hacia el interior. Su sencillez constructiva se debe principalmente al aprovechamiento de materiales, ahorrando una pared al servirse de la roca, y que, a que a pesar de ser una zona estratégica relevante, debido a la accidentada orografía no era el itinerario frecuente ni de mercancías ni militares por lo que no se requeriría de grandes infraestructura para su supervisión. Junto a él, un pequeño lavadero público.

Datos de Interés:

Fiestas populares el 8 de julio en honor a Santa Isabel.

Senderos Únicos. PR-A 100. Puntal de los Canteros, Miller – La Toba.