LA TRASHUMANCIA
SANTIAGO PONTONES
La ganadería extensiva de ovino segureño es la base económica del municipio de Santiago-Pontones desde que se formaron los primeros núcleos de población de esta zona, caracterizada por su difícil orografía y las dificultades que el clima impone a los cultivos. Es un sistema tradicional que aprovecha los excelentes pastos naturales de los montes (la mayoría públicos), con una enorme importancia medioambiental en la prevención de incendios forestales. Una característica del manejo de estos ganados es la práctica de la trashumancia.
Todos los años, durante el mes de noviembre, unas 50.000 cabezas de ganado se ponen en movimiento para evitar el duro invierno serrano y buscar pastos en las zonas bajas situadas en Sierra Morena. Cuando el calor y la escasez de lluvia hacen que estos pastos empiecen a agostar (normalmente en los meses de mayo y junio), los ganados emprenden el regreso hacia su lugar de origen, Santiago-Pontones, donde la altura causa veranos frescos y algo más húmedos que permiten la existencia de buenos pastizales en el estío.
Práctica Milenaria
La trashumancia es una práctica milenaria que corre el peligro de desaparecer debido a las crecientes dificultades de los ganaderos para encontrar pastos de invierno en Sierra Morena, a la invasión de las vías pecuarias en fincas privadas y a las trabas burocráticas ligadas al control sanitario de los animales. Pero en la actualidad se da un creciente interés por esta actividad que puede contribuir a su mantenimiento. Por un lado la administración está realizando una defensa legal de las vías pecuarias y por otro se vislumbra la trashumancia como una buena modalidad de turismo activo que está teniendo gran acogida entre personas que desean sumergirse en la cultura tradicional al tiempo que practican una actividad en plena naturaleza.