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PATRIMONIO NATURAL

SANTIAGO PONTONES

Santiago-Pontones es el municipio más extenso del Parque Natural de las Sierras de Segura, Cazorla y Las Villas. Abarca una gran diversidad de paisajes, debido a su complicada orografía y a la diferencia de cotas que se da en relativamente poca distancia

El corazón del municipio lo conforma un altiplano de naturaleza kárstica, los Campos de Hernán Pelea. Junto a otros calares podemos considerarlo la «esponja» de estas sierras, ya que el agua que absorbe alimenta tanto al río Guadalquivir y sus afluentes Borosa y Aguamulas, como al río Segura y su afluente el Zumeta. Visitar esta vasta zona es como trasladarse a otro mundo, variando enormemente según la época del año elegida para ello. Cuando se retira el metro de nieve que llega a acumu­larse en invierno, enormes extensiones de pastos cubiertos de flores producen una explosión de color tan espectacular como efímera, para dar paso a un aspecto lunar en pleno verano. Merece la pena ascender desde aquí la muralla de la Sierra de las Banderillas para contemplar una espectacular vista del valle del Guadalquivir a un lado y al otro los Campos, con la Sagra domi­nando la escena como un centinela lejano.

Los dos ríos que se nutren de este macizo kárstico y dan forma al paisaje son el Guadalquivir y el Segura. El primero discurre por el tercio occidental de Suroeste a Nordeste hasta el embalse del Tranco, mientras que las aguas del segundo bajan en dirección Nordeste, pasando por Pontones y La Toba hasta llegar a las Juntas de Miller, donde unido al Zumeta continúa hacia tierras murcianas.

Patrimonio Natural imagen borosa Patrimonio Natural

Santiago de la Espada y las aldeas más pobladas del municipio están en las vegas de Santiago de la Espada y La Matea, la única tierra agrícola de cierta consideración del municipio, formada por parcelas destinadas a cereal, forrajeras, hortícolas y a frutos de cáscara como el almendro y el nogal. Esta Vega da forma a un paisaje más propio del norte de España o de las Islas Británicas, constituido por un mosaico de tierras de labor limitadas por ribazos, setos y choperas. Conforme descendemos por el río Zumeta este paisaje es sustituido por el de espectaculares gargantas y bosques jalonados por aldeas como Vites y Tobas hasta desembocar en las Juntas, donde podemos girar a la izquierda para ascender por el valle del río Segura o para visitar la aldea de Miller rodeada de agua y huertos.

Las laderas que vuelcan al Guadalquivir y al Segura están cubier­tas de tupidos bosques, salpicados a veces por las pequeñas huertas y bancales que rodean a las aldeas. Una vista espectacu­lar puede contemplarse en el Puntal de la Misa, sobre el río Segura, desde el que se puede disfrutar de una de las mejores panorámicas de la Sierra de Segura. Bajo su mole el río Segura remansa sus aguas en el siempre lleno embalse de las Anchuri­cas y muy cerca de él destaca la aldea de La Toba.